Cuando tomo la pluma de mis sentimientos,
para formular el inventario de mis penas y,
asentar las partidas en el diario de mi vida,
siento que eres el mayor de mis amores.
Cada vez que te veo pasar,
mi corazón sufre un alza en el flujo de su tinta
y, me traslado hacia ti con el espíritu que,
los principios de contabilidad me inspiran.
Al preparar el balance de mi experiencia y,
saldar los totales de mis sufrimientos,
noto entre los activos circulantes de mi alma,
figuras siempre tu como un sueño realizable.
Dentro de mis activos fijos, hay un nido de amor que,
al efectuarse el presupuesto de mis pretensiones,
se convertirá en superávit disponible y,
nos dará dividendos de felicidad.
Para obtener buenos resultados,
solo hace falta la aportación de tu voluntad,
pues existe dentro de mis créditos diferidos,
la esperanza de recepción de tu respuesta,
que incremente los fondos de mi ser.
Con vencimiento a corto plazo,
espero la remese de tu contestación y,
como recibo te daré,
los comprobantes de mi amor.
Finalizo la presente declaración jurada,
que expongo en forma clara y razonable,
con certificación y sello de mis besos,
esperando con todo el alma,
que no formules ningún reparo y
merezca tu aprobación.
Escrito por :
Nelson Hurtado