La contabilidad financiera y la contabilidad administrativa son instrumentos de mucha importancia debido a su gran uso para un negocio o una empresa, aunque sirven para diferentes propósitos. Para comparar las diferencias, primero vamos a definir sus dos respectivos conceptos.
Contabilidad Financiera:
Es el sistema de información orientada a proporcionar información a terceras personas relacionadas con la empresa, como accionistas, instituciones de crédito, inversionistas, etc. a fin de facilitar sus decisiones.
Contabilidad Administrativa:
Es el sistema de información al servicio de las necesidades de la administración, con orientación pragmática destinada a facilitar las funciones de planeación, control, y toma de decisiones.
Diferencias: Contabilidad Financiera y Contabilidad Administrativa
La contabilidad administrativa se presenta internamente, mientras que la contabilidad financiera se utiliza para las partes interesadas externas. Aunque la gestión financiera es de gran importancia para los inversores actuales y potenciales, la contabilidad de gestión es necesaria para los administradores para tomar decisiones financieras actuales y futuras. La contabilidad financiera es precisa y debe adherirse a los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (GAAP, por sus siglas en inglés), pero la contabilidad de gestión es a menudo más como una conjetura o una estimación, ya que la mayoría de los gerentes no tienen tiempo para analizar los números exactos cuando una decisión tiene que ser tomada.
La contabilidad administrativa está organizada para producir información para uso interno de la administración. La labor de administrar una organización requiere por parte de su responsable, una serie de datos que no son los mismos que se pretende presentar a los interesados externos relacionados con la organización, como los accionistas, las instituciones de crédito, etc. Ello obliga a tomar decisiones de todo tipo. La diferencia básica radica en la forma como se presenta la información hacia el exterior, que defiere de la requerida para usos internos.
La contabilidad administrativa nunca requiere un modelo o formato específico, como es el caso de la contabilidad financiera. La contabilidad administrativa está enfocada hacia el futuro, a diferencia de la contabilidad financiera, que genera información sobre el pasado o hechos históricos de la organización, obviamente esta última información se utiliza como punto de referencia para planificar con vistas al futuro.
La contabilidad administrativa se orienta hacia el futuro, debido a que una de las funciones esenciales del ejecutivo es la plantación dirigida al diseño de acciones que proyectan la empresa hacia el porvenir. Para realizar dicho diseño de acciones es necesario contar con información histórica que diagnostique la situación actual de la empresa e indique sus carencias y puntos fuertes, para que se fijen las rutas y estrategias a seguir.
La contabilidad administrativa no está regulada por principios de contabilidad, al contrario de la contabilidad financiera, por que la información que se genera para fines externos tiene que ser producida con determinados principios o reglas, de tal forma que el usuario esté plenamente seguro de que en los estados financieros de las diversas empresas existe uniformidad en lo relativo a su presentación y, por tanto, puede haber comparabilidad, por esto es necesario que la información esté plenamente regulada. En cambio (que se utiliza) la información requerida por los administradores se ajusta a las necesidades de cada uno de ellos, incluyendo por ejemplo, costos de oportunidad para aceptar o no pedidos especiales o ignorar la depreciación para fijar precios, etc.
La contabilidad financiera, como sistema es necesario, lo que no ocurre con la contabilidad administrativa, que es un sistema de información opcional. De acuerdo con la legislación mercantil, deben presentarse a la consideración de la Asamblea de accionistas los resultados del ejercicio tres meses después del cierre de este, obligando de esta forma a que exista una contabilidad financiera. La misma información es requerida por las instituciones de crédito, para llevar a cabo sus análisis. En cambio, las empresas no necesariamente deben llevar la contabilidad administrativa: no existe obligatoriedad.
Prueba de ello es que sólo un pequeño porcentaje de las empresas se dan a la tarea de diseñar un sistema interno de información para toma de decisiones.
Fuentes:
http://html.rincondelvago.com/
http://pyme.lavoztx.com
http://www.enciclopediadetareas.net/