En la actualidad un mayor número de empresas peruanas le da un gran peso a las habilidades blandas de los candidatos al momento de realizar sus pruebas de selección, de acuerdo a la Dirección de Empleabilidad de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).
En ese sentido, es importante que desde la universidad los jóvenes desarrollen competencias generales que los alineen a los requerimientos de las empresas, además de las competencias específicas propias de cada carrera.
Según un análisis de la UTP, estas son las cinco competencias más solicitadas por las empresas:
► Comunicación: se busca que el joven profesional tenga la capacidad de comunicarse de manera adecuada a nivel oral y escrito. Ser capaz de construir mensajes solventes con eficiencia y poder transmitirlos teniendo en cuenta la audiencia y el contexto.
► Resolución de problemas: que sea capaz de proponer soluciones satisfactorias, innovadoras y duraderas a problemas o necesidades de mejora detectadas. Que tengan la capacidad de poder reaccionar frente a una situación difícil y presenten iniciativas de solución.
► Trabajo en equipo: el profesional debe trabajar respetando las necesidades y contribuciones de otros, así como ayudar al equipo a centrarse en los objetivos para el cumplimiento de las metas comunes.
► Adaptación al cambio: en este mundo de constantes cambios esta competencia es primordial ya que permite al profesional adecuarse rápidamente, con efectividad y actitud positiva, a nuevas situaciones y personas.
► Orientación al logro de resultados: cada día las empresas cuentan con indicadores de gestión y el desempeño es medido en función al cumplimiento de estos. Por este motivo, las capacidades de enfocar los esfuerzos para lograr lo esperado de manera eficiente, establecer planes claros priorizando acciones y superando obstáculos, son valorados en la elección del candidato.
También hay otras actitudes valoradas por las empresas como el compromiso y la actitud positiva. Se busca que los jóvenes profesionales tengan actitudes de apoyo al equipo y entusiasmo para hacer las cosas incluso en situaciones de mucho trabajo y posible estrés.
“No obstante, si bien se valoran otros conocimientos como el manejo de idiomas o uso de programas tecnológicos, la tendencia de las empresas es buscar en el candidato un balance entre las competencias, los conocimientos y la experiencia en el puesto”, indica Rocío Yucra, coordinadora de la Dirección de Empleabilidad de la UTP.