Desde su creación, la Comisión de Normas y Procedimientos de Auditoría (CONPA), denominada así hasta octubre de 2010, ya que a partir de esa fecha cambió su nombre a Comisión de Normas de Auditoría y Aseguramiento (CONAA), ha cumplido cabalmente con sus objetivos principales:
- Determinar la normatividad que el Contador Público independiente debe seguir cuando emita dictámenes a terceros.
- Determinar procedimientos y guías de auditoría para el examen de los estados financieros.
- Determinar la normatividad a seguir para cualquier trabajo de atestiguamiento.
- Recomendar prácticas que complementen los pronunciamientos técnicos que haya emitido.
Esta tarea ha sido el resultado del trabajo y dedicación constante de la Comisión y de los miembros que han participado en ella, a quienes agradecemos de manera infinita ese cúmulo de conocimientos que nos han entregado y, principalmente, por su amor a la profesión.
Fue hasta el 31 de diciembre de 2011 que las normas y procedimientos de auditoría emitidos por la CONAA estuvieron vigentes y a partir del 1 de enero de 2012, las Normas Internacionales de Auditoría (NIA) —emitidas por el International Federation of Accountants (IFAC) por medio del International Auditing and Assurance Standards Board (IAASB)— entraron en vigor y de aplicación obligatoria para todos los Contadores Públicos independientes que emitan una opinión de estados financieros a terceros.
Este cambio originó en la profesión un rechazo a su utilización debido a que, entre otras, teníamos las siguientes preguntas: ¿dónde quedaron todos los conceptos y aplicaciones que habíamos aprendido tanto en la escuela como en los despachos en los que trabajamos por décadas? ¿Ahora cómo vamos a realizar las auditorías? Es más, durante el primer año de aplicación seguimos utilizando los conceptos y la forma de trabajar que veníamos aplicando desde hace mucho tiempo; sin embargo, no nos tomó mucho tiempo para darnos cuenta de que en las NIA está incluido todo lo que ya habíamos aprendido, tanto en la escuela como en la práctica profesional.
Esto abrió los ojos a los responsables de las firmas y se estableció la necesidad de iniciar la capacitación del personal que participa en trabajos de auditoría y atestiguamiento, con base en la nueva normatividad, lo que generó la implementación de nuevos programas de trabajo basados en los nuevos conceptos.
El aspecto profesional está cubierto, pero ¿qué pasa en las instituciones educativas en donde se imparte la licenciatura de Contaduría Pública?
Inclusión de las NIA en programas de estudio
Las instituciones educativas de nivel superior han comenzado a incluir en sus planes de estudio, la revisión y el análisis de las NIA; no obstante, considero que no ha sido con la profundidad adecuada.
Aún se escucha a los jóvenes recién egresados de la carrera de Contador Público, mencionar conceptos como “Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas”, en lugar de “Normas Internacionales de Auditoría; “opinión limpia”, en lugar de opinión no modificada; “Boletín 3050, Estudio y evaluación del control interno”, en lugar de referirse a la “NIA 265”, etc., y nos preguntamos: ¿por qué sucede esto? Quizá la respuesta sea sencilla, pero considero que está centrada en dos situaciones importantes:
- Los programas o planes de estudio, incluyendo prácticas de auditoría, no están actualizados o, en su caso, son elaborados por un grupo consolidado de profesores que imponen sus prácticas y terminologías.
- En ocasiones, los docentes prefieren no involucrarse en estos términos porque consideran que los alumnos no los van a utilizar en su vida profesional, ya que aún no tienen definido el ámbito en el cual se desenvolverán.
El trabajo de auditoría es una actividad que implica la utilización de técnicas especializadas y sobre todo estar consiente de la responsabilidad social que asume el Contador Público cuando desempeña esta profesión, ya que los informes que emite son utilizados por terceras personas y en dicho informe ponen toda su confianza. La auditoría actual necesita generar su propia técnica de aplicación y eso conlleva a que cada día la profesión de Contador Público tenga mayores conocimientos técnicos y especializados en esta materia, y qué mejor que comenzarlos desde las aulas.
Planes de estudio actualizados
En mi opinión y con la experiencia en el campo de la auditoría con la que cuento, los conocimientos generales que debería obtener un estudiante de licenciatura de Contaduría Pública —en materia de auditoría, a lo largo de su instrucción escolar, dejando en manos de las autoridades de cada institución la programación de las mismas—, deberían ser los siguientes:
- Entender perfectamente qué es la auditoría de estados financieros y cuál es su objetivo.
- Tener perfectamente claro cuáles son las responsabilidades de un auditor que emite una opinión sobre unos estados financieros.
- Conocer la importancia que tiene el establecimiento con los responsables del Gobierno de las empresas, de los términos del encargo de auditoría.
- Conocer la norma de control de calidad e identificar la responsabilidad que tiene el auditor en el establecimiento de procedimientos de control de calidad para que las auditorías que realice las ejecute con calidad.
- Comprender la responsabilidad que tiene el auditor en la planeación de la auditoría; así como en el establecimiento de la estrategia global y en el desarrollo del plan específico de auditoría.
- Comprender la importancia que tiene el auditor, respecto a la valoración de los riesgos que pudieran generar incorrecciones materiales debido a fraude; así como el identificar las posibles respuestas para mitigar los riesgos identificados.
- Comprender e identificar cuáles son procedimientos de auditoría y las técnicas utilizadas para realizarlos; así como conocer cuáles son los objetivos de estas y la oportunidad en su aplicación.
- Conocer los objetivos que se persiguen en una auditoría de atestiguamiento, contemplando analizar las Normas para Atestiguar.
- Tener perfectamente distinguida la diferencia entre el concepto de contabilidad y de auditoría, identificando la utilidad y los vínculos que pudieran existir entre cada uno de ellos.
Esta área se ubica como parte de la formación educativa que el estudiante deberá adquirir. Los conocimientos basados en las normas vigentes, le permitan ubicarse en el contexto de una actividad profesional responsable para expresar su opinión respecto de los estados financieros.
El estudiante que adquiera los conocimientos de la auditoría a partir de la aplicación de la nueva normatividad, desarrollará habilidades para aplicarlas en los encargos en los cuales deberá emitir su opinión.
Es esencial establecer el perfil formativo básico que todo estudiante de la licenciatura de Contaduría Pública debe tener, destacando los siguientes conceptos importantes: aptitud, actitud y valores.
Aptitud. Mediante la instrumentación de programas de estudio apropiados, otorgar a los estudiantes los conocimientos suficientes para tener las bases teóricas y prácticas, y que sean capaces de resolver cualquier tipo de problemas, por muy complejos que sean.
Actitud. Es necesario fortalecer los aprendizajes formativos, principalmente aquellos cuyas acciones concretas repercuten en el comportamiento de los estudiantes. Las actitudes serán de respeto y compromiso profesional y personal, de servicio, de responsabilidad, de superación constante y de autoevaluación en su desempeño.
Valores. Promover una enseñanza apegada a valores, fomentando la responsabilidad, trabajo en equipo, lealtad, crítica constructiva, honestidad, disciplina y orden, humildad, trabajo con calidad, etcétera.
“La Contabilidad y la Auditoría entran por las yemas de los dedos”, es una frase que se ha escuchado durante generaciones, tanto en las universidades como en el ambiente laboral y, por lo general, dicho por Contadores Públicos que llevan en su haber, por lo menos, un par de décadas ejerciendo la profesión, y para ser sinceros considero que tienen razón en decirlo.
“Arrastrar el lápiz” (definición utilizada para identificar el trabajo que se realiza en el periodo de aprendizaje), no debe ser un término denigrante, sino todo lo contrario, debe incluirse, complementándola con los avances tecnológicos, como una técnica en el proceso de aprendizaje, tanto en la escuela como en el ámbito profesional. Inducir a los nuevos Contadores Públicos a tener contacto con los conceptos básicos de contabilidad y auditoría y que los apliquen de manera práctica, generará con el paso del tiempo, que dicha aplicación sea perfeccionada y, por ende, profesionalizada.
Es imprescindible, como miembros de una profesión generosa, poner la vista en las generaciones futuras de Contadores Públicos, no solo en los que aún están estudiando, sino en aquellos recién egresados de las universidades y que aún no logran identificar o sentir la esencia de la profesión de Contador Público, para que, por medio de la transmisión de nuestras experiencias de vida y conocimientos, ayudemos a fortalecer el amor y el cariño hacia esta profesión que puede darles muchas satisfacciones.
C.P.C. Alejandro Maciel Castillo
Socio de Prieto, Ruiz de Velazco y Cía., S.C. y Docente
Fuente: http://contaduriapublica.org.mx/