Las respuestas globales al brote de la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) siguen evolucionando rápidamente. El COVID-19 ya ha tenido un impacto significativo en los mercados financieros globales, y puede tener implicaciones contables para muchas entidades.
Algunos de los impactos clave incluyen, pero no se limitan a:
- Interrupciones en la producción.
- Interrupciones en la cadena de suministro.
- Falta de disponibilidad de personal.
- Reducciones en ventas, utilidades o productividad.
- Cierre de instalaciones y tiendas.
- Retrasos en las expansiones de negocios planificadas.
- Incapacidad para aumentar el financiamiento.
- Mayor volatilidad en el valor de los instrumentos financieros.
- Reducción del turismo, interrupciones de viajes no esenciales y deportes, actividades culturales y de ocio.
Asimismo, las entidades deben considerar los efectos cada vez más amplios del COVID-19, como resultado de su impacto negativo en la economía global y los principales mercados financieros.
Las entidades deben considerar cuidadosamente sus circunstancias particulares y exposiciones al riesgo al analizar cómo los eventos recientes pueden afectar sus informes financieros, específicamente los informes financieros y las revelaciones relacionadas en los estados financieros deben transmitir todos los efectos materiales del COVID-19.